Si buscamos en la Real Academia de la Lengua Española la definición de amistad, esto es lo que aparece: "Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato". Sin ánimo de corregir a la RAE, nosotras añadiríamos: "Fuente de ánimo, apoyo, risas, consuelo y, por supuesto, elemento potenciador de nuestro brillo interior". Y es que todas tenemos (al menos) una amiga que nos ayuda a brillar con luz propia. Un ser de luz, también, que consigue sacar lo mejor de nosotras. Y si no la tienes, como suele decirse, entonces es que eres tú. ¿Quién dirías que es la mujer junto a la que te conviertes en tu mejor versión?
Hoy, continuamos avanzando en la quinta temporada de la serie Mujeres Que Brillan desarrollada por Philips Lumea, en ELLE.ES, para seguir conociendo la historia de mujeres inspiradoras y sus personas "interruptor", aquellas que encienden su brillo interior con un solo clic. En esta ocasión, les toca el turno a dos amigas: la escritora y coach Sol Aguirre y su inseparable amiga y coworker Leire Larrañaga. Antes de sentarlas frente a frente en nuestro particular "reto de las tarjetas", hablamos con la coach del éxito y la felicidad, de la importancia de ponerle nombre al miedo y los cerebros trogloditas, el autocuidado y de cómo los cascos antirruido ayudan a lidiar con hijos adolescentes. Pasen y aprendan.
¿Quién es Sol Aguirre?
Sol Aguirre es una mujer en constante búsqueda de la felicidad, por un lado, a la que le encanta aprender y compartir lo que aprende, que busca la propia definición del éxito y que intenta que los demás hagan lo mismo.
¿Y cuál es tu definición de éxito?
No querer ser nadie más en ningún otro sitio haciendo ninguna otra cosa ni acompañada de nadie que no me acompañe ya.
Hay un momento en tu vida que decides reinventarte profesionalmente. Ahí es cuando surge el blog Las Claves de Sol. ¿Cómo recuerdas aquella etapa?
Uff. Ese momento fue de caos, de sufrimiento, de muchísimo miedo. Era como: "Este no es mi sitio. No sé cuál es. Pero este no. Y como yo lo que quiero en la vida es ser feliz, voy a esforzarme al máximo para encontrarlo".
¿Y así fue como llegó la escritura y el coaching a tu vida?
El tema de la escritura surgió en ese momento de caos, cuando llega a mí un libro (nada es casualidad), que hace la pregunta que me cambió la vida: ¿qué es aquello para lo que tenías talento, que hacías de pequeña y que un día dejaste de hacer? Estaba clarísimo. Yo era la típica niña, hija única, que se pasaba el día leyendo, escribiendo, que ganaba los concursos del cole... Pero, imagínate: alguien que se dedica a la comunicación, al marketing, de repente, se dedica a escribir. Yo me veía en una buhardilla llena de chinches… (se ríe). Pero creé un blog: Las Claves de Sol. Y un día escribí algo en clave de humor, y en lugar de leerme 15 me leyeron 50. Dije: "Aquí hay algo". Luego llegó el primer libro, y a partir de ahí muchas mujeres me empezaron a contar que estaban tomando decisiones. Me sorprendió mucho, pero dije, yo quiero seguir ayudando a que tomen decisiones. Yo había seguido un proceso de coaching que me había abierto las ventanas de la vida, y me formé como coach.
¿Qué te ha aportado el coaching?
Aprender a hacerme las preguntas adecuadas para definir mis objetivos. Increíblemente nadie te enseña a hacerlo. En el cole no nos enseñaron cómo hacernos las preguntas adecuadas para definir esos objetivos. El coaching me ha abierto las ventanas de la vida y se ha convertido en esa herramienta que me permite compartir todo lo que yo aprendo y que me ayuda a ser feliz.
¿Existe la fórmula para ser feliz?
No existe la fórmula universal, pero creo que cada uno puede y debería encontrar su fórmula en cada momento de la vida, porque vamos cambiando, pero sí que hay preguntas y patrones. ¿Fórmulas universales? No. Entonces seríamos todos muy felices todo el rato.
¿Cuáles son esas preguntas que deberíamos hacernos?
Cuáles son mis irrenunciables, cuáles son mis inadmisibles, qué es lo que me encanta, qué es lo que no soporto, qué es eso que se me da bien, cómo me veo mañana, en cinco años, en diez años, qué es realmente el éxito, de quién quiero acompañarme.
Tu perfil de Instagram está lleno de frases superinspiradoras. ¿Cuál es tu favorita?
Últimamente estoy dándole muchas vueltas a este tema: el saber que no somos eternas no debería darnos miedo si no ganas. Esa es mi favorita.
Escribes sobre cómo gestionar el miedo, cómo lidiar con un mal día, cómo sobrevivir a la autoexigencia... ¿Tan mal estamos?
La buena noticia es que ya sabemos que estamos mal… (se ríe), no, no. No estamos tan mal. Es simplemente que nos estamos haciendo preguntas, que entendemos que hay otra manera de vivir, que no tenemos por qué conformarnos con eso que nos han contado y, por fin, nos estamos dando cuenta de que tenemos todo el poder para gestionar esto que somos, y ninguno para gestionar a los demás. Que lo de darnos cabezazos contra muros ajenos ya no, mejor poner la energía en nosotros. Eso está muy bien.
Has puesto en marcha el reto "1.000 cosas que te gustan". ¿Es esa una de las claves de la felicidad, centrarnos en el pensamiento positivo?
Es una de las claves, porque el pensamiento positivo no tiene nada que ver con ignorar el problema, con ignorar el dolor, es simplemente colocar el foco en aquello que me ayuda a impulsarme, a acercarme a aquellos objetivos que yo he definido. Enredarme en todo lo malo que pasa cada día no va a llevar a ningún sitio.
¿Cómo surge ese reto?
Surgió de una obra de teatro que se llama "Las cosas extraordinarias". El personaje va contando todas las cosas que le gustan, y me pareció una superidea. Hubo un momento en el que el personaje habla del sonido de la aguja al posarse sobre el vinilo. "Ah -dije-, ¡Dios mío, se me había olvidado!". Ese sonido es maravilloso. Cuántas cosas nos perdemos por no estar buscando constantemente qué es eso que me gusta. Por un lado, sirve para conocernos, porque estamos hechos de todo eso que nos gusta, para enfocarnos en lo positivo, y ser prácticos. Para ser feliz, haz más cosas de las que te hacen feliz.
Sueles escribir notas sobre esas cosas que te hubiera gustado saber a tus 15, a tus 20. ¿Qué es lo primero que te gustaría decir a esa Sol del pasado si te la encontraras?
Que confíe en ella. Y que no tiene ningún poder sobre lo que los demás piensan, sienten o hacen, así que más le vale trabajar en ella. Que confíe y que se pregunte siempre, no solamente qué es lo peor que puede pasar si toma esa decisión, sino qué es lo mejor que puede pasar.
Qué facilidad tenemos para tender al pesimismo por naturaleza.
Claro, tenemos un cerebro troglodita. Tenemos un cerebro diseñado para protegernos, y la emoción que protege es el miedo. Tenemos la misma estructura cerebral que nuestros antepasados. Sabiendo esto vamos a ver cómo lo manejamos para decirle a nuestro cerebro: "En 2023 ya no es necesario que tengas miedo todo el rato. Vamos a avanzar".
Siempre dices que nadie te ha enseñado más que tus hijos, ¿qué has aprendido de ellos?
Uff... ¡paciencia! Yo soy muy cuadriculada y, claro, es una batalla constante entre mi yo cuadriculado y saber que hay cosas que no puedes controlar; son dos personas que toman sus decisiones. Y también he aprendido a cuidarme. Porque también es muy fácil, ante la maternidad, más a lo mejor si estás sola (yo soy madre soltera de dos niños), la inercia te lleva a olvidarte de ti. Así que he aprendido a cuidarme, a ser paciente y a cruzar los dedos todo el rato.
¿Cómo se gestiona ese momento con dos adolescentes en casa?
(Se parte). Pues mira tengo unos cascos con reducción de ruido, de verdad, esto es en serio. Y como a mí me encantan las rancheras, cuando digo: "Ya no, callaos, por favor, ya no gritéis"… Esta es una herramienta. Y respirar muchísimo. En la vida, en la maternidad, en el trabajo... ¿qué es lo realmente importante en esta situación? Simplificar siempre. Elegir las batallas y confiar y hablar mucho... y, de nuevo, cruzar los dedos.
¿Qué enseñanza te gustaría dejarles a tus hijos?
Que sean libres.
"Reinventarse no es empezar desde cero. No naciste ayer." La frase es tuya, ¿qué le dirías a la gente que está pensando: "Venga, hasta aquí, es el momento"?
Uno, que les pongan nombre a sus miedos, porque decimos que tenemos miedo pero no sabemos a qué y, si no sabemos a qué, no podemos gestionarlo. Dos, que no esperen a no tener miedo, porque probablemente eso no va a pasar. Que minimicen riesgos, no estamos aquí para inmolarnos, y que piensen que el objetivo supremo en la vida, que es otra cosa que no nos han contado, es divertirnos; en el trabajo, con la pareja, con los amigos. Y, mirando ahí, tomen las decisiones que tenga que tomar.
Hoy entras a formar parte de la historia de Mujeres Que Brillan. ¿Quiénes son esas mujeres que te ayudan a brillar con luz propia?
Desde mi madre, mi queridísima prima, mis amigas del cole (que siguen siendo amigas después de 40 años), a todas las mujeres que me cuentan que se han enfrentado a un miedo, lo han superado o no superado, pero lo han hecho y, desde luego, mi compi de batallas y de mesa Leire Larrañaga, que creo que anda por aquí.
EL RETO DE LAS TARJETAS
¿Eres de las que puede presumir de tener amistades entre tus compañeras de oficina? Hay quien dice (y se jacta de ello incluso) que no va al trabajo a hacer amigos. Es una opción más, sin duda. Pero, después de comprobar la química existente entre nuestras dos protagonistas de hoy, podemos asegurar y aseguramos que están perdiendo una oportunidad única en su especie. Hace años, una oficina de coworking unió para siempre los destinos de Sol Aguirre y Leire Larrañaga. Su forma de entender la vida, el amor y el humor, grandes dosis de humor, hicieron el resto. Ese fue el comienzo de una amistad a prueba de risas.
EL INSTANTE EN EL QUE DESCUBRISTE QUE OS HABÍAIS CONVERTIDO EN AMIGAS
"Es difícil", reconoce Sol al leer la primera tarjeta. Pero, aunque parece no recordar el momento exacto, sí tiene claro el marco donde surgió su amistad con Leire: "Creo que fue en el segundo sitio que compartimos trabajando, en alguna confidencia. Quizás en la playa, en alguna cosa así 'marronera', algún momento difícil". Leire asiente: "Probablemente, esa fue una época muy intensa (se ríe)". "Es verdad que este amor nuestro ha sido como paulatino. ¡Espero que hacia arriba!", pide la escritora y coach entre risas.
LA PRIMERA IMPRESIÓN QUE TUVISTE AL CONOCER A SOL
Leire se tira a la piscina nada más leer su tarjeta y no duda a la hora de dar su respuesta: "Yo pensé: esta es una tía divertida. Esta sabe divertirse, nos vamos a reír. Y acerté". "¡Menos mal", bromea Sol.
LO QUE MÁS ADMIRAS DE TU AMIGA
"Lo que más admiro de ti- comienza a hablar Sol-, y eso te lo he dicho muchas veces, es ese saber siempre qué es lo correcto". Leire la interrumpe: "¡Ojalá!". "Que igual estás equivocada...", continua Sol, y Leire contesta divertida: "Eso no suele pasar". Sol explica su respuesta: "Los principios, los valores... Tienes el criterio muy claro. En cuanto a lo tuyo y en cuanto a cosas que veo, que ni siquiera me cuestiono. Y, de repente, tú dices: 'Esto está mal o esto está bien por esto, esto, esto y esto'. Y yo digo: 'Qué razón tiene la Larrañaga", sentencia.
¿CUÁL ES LA CUALIDAD QUE MÁS ADMIRAS DE SOL?
Leire también tiene claro cuál es la cualidad que más admira de su amiga: "Yo también te lo he dicho muchas veces: eres muy generosa con la gente que tienes alrededor. Todo lo que puedes hacer por tus amigos, por la gente que tienes alrededor, para que nos vaya mejor, no solo lo haces, sino que te sale de una manera innata. Nos impulsas, y eso lo admiro mucho de ti". Sol le contesta divertida: "Es un poco de egoísmo, porque yo me siento bien. Es algo que me sale. Si yo puedo hacer algo, ¿cómo no voy a hacerlo?", le pregunta. "Bienvenido sea, por el motivo que sea", contesta Leire.
LO QUE HAS APRENDIDO DE TU AMIGA
Continúan las confesiones. Esta vez le toca el turno a Sol, que después de leer su tarjeta, le confiesa a su amiga: "Creo que no lo he aprendido del todo todavía, pero intento copiarte en la estructura mental. Ya sabes que aquí reina la dispersión más absoluta". Las dos amigas comienzan a reírse, y Sol continúa: "Cuando estoy en casa yo sola lo intento: 'A ver cómo me diría Leire'. Esa cosa tuya, ese orden, ese patrón mental". Leire también tiene algo que decirle a Sol: "A mí también me ayuda mucho que tú seas más abstracta. Yo creo que ahí nos hacemos bien la una a la otra", reconoce. Sol: "Ahí ¡y en más cosas!", sentencia Sol.
EL MOMENTO MÁS IMPORTANTE DE VUESTRA AMISTAD
"A ver si estás de acuerdo", le pregunta Leire a Sol cuando lee su tarjeta: "Yo creo que es cuando alquilamos la primera oficina juntas. Fue empezar a estar cada día en la rutina de la otra y ya pasar de amigas a familia prácticamente. Es un momento clave en nuestra historia como amigas". Sol coincide totalmente: "Sí, sí, porque además fíjate que yo creo que también la magia de ese momento; no lo buscábamos". "Habíamos quedado para desayunar", recuerda Leire. "Y no dudamos ni un segundo -añade Sol-. De mirarnos y decir: ¡Nos quedamos esto! ¿Señores, qué hay que hacer para reservar esta oficina?". Leire lo resume así: "Teníamos muy claro que queríamos compartir el día a día, el espacio, los proyectos, todo. Estábamos muy conectadas y la oficina fue materializar de una manera física todo eso que ya notábamos que teníamos entre nosotras".
SI TU AMIGA FUERA UN PERSONAJE DE NOVELA SERÍA…
"¡Guau!", exclama Leire cuando Sol lee la siguiente tarjeta, y la dos amigas rompen a reír hasta que Sol contesta: "A ver, no me preguntes por qué, pero a mí me ha salido. Serías un personaje de una novela británica, un rollo Jane Eyre. Te veo vestida de dama británica, con tu seriedad, dentro del cachondeo, muy sobria. Sí, una dama joven británica de una novela rollo Expiación", señala Sol. "No sé por qué me ha dado por ahí", reconoce la escritora.
LO MEJOR DE TRABAJAR CON SOL ES…
"Lo bien que nos complementamos", reconoce Leire, y añade: "Porque en el fondo tú y yo somos muy distintas a nivel laboral. Yo no me planteo dar ningún paso sin contrastarlo contigo, porque siempre que lo he hecho, eso no solo ha sumado, sino que ha multiplicado lo que tenía entre manos. Y para mí eso es lo mejor, que me ayudas. Puede ser egoísmo también", reconoce. "Me ayudas a ser mejor yo", resume Leire: "Y luego también cuando yo he estado más flojita o de energía, tú me has tirado para arriba. Hacemos un poco ese dúo en la ofi: cuando una no puede, la otra tira, y al revés. Yo creo que eso es muy bonito. Trabajar con amigas, y más con amigas con las que tienes una relación como la nuestra, es lo mejor que te puede pasar a nivel laboral".
Sol coincide totalmente con su amiga: "A mí me pasa lo mismo. Somos muy diferentes, pero los valores son los mismos. Y hay algo que también es fundamental, que es lo que nos reímos". "¡Sí! Fundamental -contesta Leire-. Es muy divertido estar juntas, compartir espacio, compartir ideas, reírnos de cualquier tontería, quitarle hierro cuando las cosas se ponen un poco cuesta arriba (que, al final, en esto del emprendimiento a veces hay rachas complicadas), ponerle mucho humor. Yo ya vi que eras divertida, desde el principio", recuerda Leire. Pero Sol nos sorprende a todos: "Yo no lo vi así al principio". "¿Lo de ser divertida? ¿Qué me estás queriendo decir? Entre esto y lo de la novela británica ya no sé qué pensar", reconoce entre risas. "Al cabo de dos semanas de conocernos yo te dije: 'Si vuelvo a trabajar con alguien, tú te vas a venir conmigo", le recuerda Sol. "Me dijiste: Si vuelvo a trabajar con alguien te llamaré", coincide su amiga. "Sí, yo creo que el reírnos, los valores y querernos mucho, tía. Nos queremos mucho y bien. Aquí hay amor", anuncia Sol.
ESE MOMENTO EN EL QUE HABÉIS BRILLADO JUNTAS
"¿Recuerdas el primer taller que dimos juntas?", le pregunta Sol a Leire. "Cómo olvidarlo", responde su amiga. "Salíamos de la librería Amapolas y tú me dijiste: 'Jo, ahora te entiendo. La magia de tener allí a la gente en directo", dice Sol. Y Leire añade: "Fue el pistoletazo de salida a muchas otras cosas que hicimos. Eso es lo que te decía antes de que siempre nos ayudas, porque fuiste tú la que me dijiste: 'Tú te vas a venir a dar un taller conmigo'. Fíjate todo lo que ha venido después", le agradece Leire.
¿POR QUÉ DIRÍAS QUE SOL TIENE UNA LUZ ESPECIAL?
Leire tiene muy clara su respuesta a la pregunta de la última tarjeta, y le confiesa a su amiga: "Aparte de que eres muy auténtica y muy transparente, tienes una personalidad bastante magnética. Los que te conocemos no te soltamos. Eres una persona que no dejas indiferente. Eso te hace especial para los que estamos a tu alrededor y te hace especial también para tu comunidad. Tienes esa cosa que transmites mucha verdad, mucha autenticidad y se genera un entorno de confianza que te hace querer quedarte". Sol agradece sus palabras, pero no puede evitar bromear: "Bueno, los que no se quieren quedar es que también no los vemos", apunta. "Habrá gente que no se quiera quedar -acepta Leire-. Pero muchos nos hemos querido quedar, será por algo", contraataca. "Menos mal, también te digo, eh, ¡menos mal que te has quedado!", reconoce entre risas.
Vídeo DoP: Cristóbal Prado. Fotos: Daniel Alea. Estilismo: Sandra Muñoz. Maquillaje y peluquería: Manu Moreno y Joel Briand (Nuria Sáenz). Producción: Chus Casarrubios. Agradecimientos al vivero Verdecora Los Peñotes.